Entradas

Escritura

  LO QUE LA GUERRA SE LLEVÓ. Eran las 6:00 am, y como de costumbre, de un salto salí de mi cama y corrí por las cantinas de la leche para acompañar al señor Duckard a su finca, a ordeñar las vacas. Yo aborrecía acomodar las cantinas al llegar, pero el viejo me lo exigía; así que yo le obedecía. No, no había parentesco alguno con él, pero sí había un lazo irrompible de cariño que se forjó desde que mi memoria me permite recordar. Jamás conocí a mis padres, durante mis 13 años de conciencia mucha gente decía que habían muerto, otra que de la nada habían desaparecido y me habían dejado a mí suerte en aquel lugar. Realmente, lo que  había sucedido o no ya no me importaba; me había acostumbrado a esas especulaciones soeces que ya no herían mis susceptibilidades, como en un principio. El señor Duckard se hizo cargo de mí. Hasta cierta edad yo preguntaba mi origen, pero al no encontrar jamás una respuesta, dejé de hacerlo; al fin y al cabo era feliz y tal vez si descrubría mi verdade...

Pintura

Imagen
 

Teatro

Imagen
 

Danza

Imagen